Pase adelante… reflexionemos sobre los aprendizajes, yo les quiero compartir los míos, quizá en algunos te sientas identificado o puedas traer a memoria los tuyos y tenerlos presente como una experiencia de vida.
Ya no podemos retroceder y cambiar esos errores que cometimos, o las veces que metimos la pata como dicen por ahí, pero si podemos evitarnos dolores de cabeza en el futuro y estar más conscientes de quiénes somos y de lo que sentimos y así construir a través de buenas decisiones un mejor año.
Yo aprendí que…
- El enojo nos lleva a ser personas más débiles y enfrentar las situaciones con cobardía.
- Después de cada desierto Sí hay un Oasis.
- Hay cosas que debemos vivir, enfrentar y llorar para que nuestro carácter sea formado.
- No siempre tener buenas intenciones refleja que estamos haciendo las cosas bien.
- Dios nos da la oportunidad de comenzar de cero y enmendar nuestros errores.
- Siempre debemos amar a las personas de forma incondicional.
- No me puedo avergonzar por mis debilidades, soy única e imperfecta.
- Cuando me preocupa demasiado lo que piensan los demás, dejo de vivir mi vida y me convierto en un fantasma sin identidad.
- El tiempo de calidad y en familia es un regalo de Dios.
- Nací para servir a los demás.
- Hacer planes lejos de la voluntad de Dios y en desobediencia nos aleja de cumplir nuestro propósito.

Y me veo caminando así en estos días que quedan del 2018, reflexionando en que debo permitirme aprender de los demás y escuchando más a las personas… Soltando muchas cosas y recordando sin dolor para abrazar lo nuevo que viene, y ya les digo a ustedes ¿Qué tienes en las manos ahorita que no sueltas? Y no puedes obtener algo nuevo, porque no tendrías manos para tomarlo… Deja atrás, perdona, sonríe y vuelve a perdonar si es necesario.
Te invito a realizar una lista, de lo que has aprendido y eso te ayudará a recordar que ya pasaste por ahí y que cuando quieras sentirte derrotado en alguna área, te recuerdes a ti mismo que ya venciste y que lo puedes lograr.
Quiero llamar a este 2019; el año de las “Bienaventuranzas” y tú ¿cómo lo vas a llamar?
¡Feliz año 2019!
Salmos 32:4